¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

martes, 24 de mayo de 2011

El gin tonic




Si juntásemos todo lo que se ha escrito sobre este combinado, podríamos quemar una hoguera de dimensiones estratosféricas, con consecuencias para la humanidad más lamentables que el cambio climático.

Me he lanzado a escribir este comentario cansado de no poder disfrutar nada más que en mi puñetera casa y en la de algún amigo íntimo, de mi bebida favorita. Yo sólo bebo vino y ginebra; el resto de bebidas alcohólicas no me gustan. Bueno, en verano, cuando hace mucho calor, me entretengo con un mojito, pero con ron blanco y jarabe.

Hace poco, en un lugar de copas de Madrid, de esos que abren en septiembre, creyendo que van a ser el  éxito mundial  y en noviembre ya hay en su lugar una zapatería o una tienda de velas aromáticas y jabones; se me ocurrió pedir un gin tonic. Iluso de mi. Le comenté que lo quería en vaso grande de tubo y ancho. Con Tanqueray Number Ten, con tres cubos de hielo, con tónica Schweppes y con un buen chorro de limón escurrido. El barman, esa persona que cree que lo sabe todo, pero no sabe nada (hay raras excepciones),  despues de hacerse el graciosillo haciéndome el comentario de "le gustan las Premium, eh?", como si fueran chicas de cabaret; se me quedó mirando fijamente a los ojos, como si, en vez de un gin tonic me hubiera acordado de su señora madre. ¿Está usted seguro, me dijo? Yo, que ya tengo el culo un tanto pelado con este tipo de respuestas al pedir un gin tonic; le dije que sí, que estaba totalmente seguro. Él, con amabilidad pero con la fruición del que te vende una enciclopedia en el rellano de tu casa, me comenta lo siguiente.
Mire usted, me va a permitir que le diga que el verdadero gin tonic se sirve en copa, ancha, llena de cubos de hielo. La Number Ten, como es muy ácida, combina mejor con Fever-Tree. Aunque le voy a dar a probar Martin Miller´s que es excepcional. No, mejor Junípero con Q-Tonic. El limón.... no, limón no, mejor lima y no chorro sino viruta. ¿No se da cuenta que el limón escurrido rompe las burbujas de la tónica? Posiblemente le iría mejor unas bayas de no recuerdo qué me dijo que le van a conferir un toque afrutado y dulzón. Y le voy a restregar la corteza de la lima por el interior de la copa.

Mi acompañante ya había enviado 48 WhatsApp en el tiempo que el contumaz barman me intentaba convencer de cómo es el verdadero gin tonic y, aparte de no prestar ni puñetero caso -lógicamente-, tampoco me lo hizo después como revancha. Yo, no sé si por el cansino trabajo del barman o por no escucharle más, en vez de decirle, mire usted, tráigame lo que le he dicho al principio porque la única ginebra que me convence de verdad es la Number Ten, me gusta el gin tonic muy ácido, las burbujas métaselas por donde le quepan, al igual que las bayas y restriéguele la corteza de la lima a Junípero o a su viruta madre. El vaso de tubo y ancho. Los hielos que le sobran, écheselos por su rabadilla y déjeme en paz. En vez de decirle todo eso, sucumbí a su argumento y me trajo un gin tonic con las características que él impuso.
No me gustó, como era de esperar. No sabía a gin tonic, o mejor dicho, no sabía al gin tonic que yo quiero que sepa. Aún así, por mínima cortesía, me lo bebí entero; bueno entero no porque a los veinte minutos el hielo estaba derretido y la incordiante copa, que necesitaba ambas manos para llevármela a la boca, contenía aún más líquido que al principio, todo agua claro. Pues bien, con todo, tuve que dar otra vez mi brazo a torcer; fui como vulgarmente se dice, cornudo y apaleado. Volvió, de nuevo, con cara sonriente y mueca de superioridad y me dice ¿A que esto es otra cosa, caballero? La madre que me parió, pensé yo. Sí, en efecto, es otra cosa, le dije. Si viene usted mañana, le puedo preparar uno con pepino y Hendrích, una combinación colosal.  El pepino te lo metes por ahí, pensé decirle, pero con mi educación  le contesté que seguro que otro día lo degustaría. La tontería esa del pepino ya la he probado y no me gusta nada.
Entre que mi acompañante descargaba la batería del iphone enviado WhatsApp y no me prestaba atención porque decía que le prestaba más al camarero, y que el gin tonic o esa pócima que me sirvió estaba intragable, pasé una velada que, si bien es cierto, la recuerdo, hubiera sido preferible olvidar.

Y esto es sólo un ejemplo. Una vez en Venecia me harté y le hice sacar al barman todos los vasos y copas que tenían para elegir cual quería, cansado de que me sirvieran el gin tonic en vasitos chiquititos a rebosar de ginebra. Otras veces, sobre todo en el extranjero, ya viene la ginebra servida en el vaso. No me gusta. Otras veces, lo sirven con más ginebra que tónica. Con lo fácil que es escuchar y servir lo que uno plantea.

Anécdotas aparte, tengo que reconocer que soy un tanto maniático con esta bebida, aparte de la Number Ten, no me disgusta la Bombay Shapphire, que para barmans como el de antes es alcohol de quemar. Soporto, incluso hacerlo con lima en vez de con limón, pero no con naranja ni pijotadas de esas.

Hace pocos meses, mi amigo Macario, que comparte conmigo el gusto por esta bebida, me invitó a un bar de copas conocido en la ciudad donde resido. En la barra presencié un espectáculo más propio de un alquimista rancio que de un barman. Esta vez, como siempre sin poder elegir, nos sirvieron un gin tonic en copa de balón, pero balón de playa porque era enorme, con una cantidad ingente de cubos de hielo a una temperatura que, según nos dijeron,  ríete tú del cero Kelvin o del nitrógeno líquido; precisamente para que no se derritieran durante el transcurso de la bebida. La ginebra, me parece que era G´Vine (me sabe a colonia),  estaba en el congelador, y con eso de que la ginebra no alcanza la cristalización por el alcohol, la tenían bajo cero. Y como floritura, le ponen naranja, no te fastidia. Casi faltó que saliera por ahí Flipi del programa de Pablo Motos con las hormigas esas. No hay nada como el gin que me prepara mi amigo Macario o mi amigo Best en su casa, con el vaso del papa.

Yo no voy a decir que mi gin tonic sea el mejor pero digo que ése es el que más me gusta, el que pago por él y el que me apetece tomar. Si los barman fueran abogados tendrían futuro porque siempre acaban convenciéndome, en detrimento del combinado y de mi acompañante. Y, como soy contumaz, por favor, se admiten sugerencias.

lunes, 16 de mayo de 2011

Hotel Westin Valencia









Web.
No me detendré mucho puesto que el diseño es común a los hoteles de la cadena. Como novedad atractiva, quiero hacer mención al nuevo sistema de visita virtual del hotel. Muy recomendable para hacerse una idea de lo que se espera. También hay que anotar la revitalización que Westin le ha concedido a sus webs con las redes sociales.
Por lo demás, una buena y rápida consulta de disponibilidades y reservas de habitación y buena galería de fotos. Procedí a reservar dos habitaciones dobles deluxe a través de la misma web del hotel.

Check-in.
Hay para todos los gustos en referencia a la situación del Westin Valencia. Para algunos, lo consideran un tanto alejado del centro histórico de la ciudad; para otros -en los que me incluyo- alejado del bullicio turístico de camisetas de tirantes y helados de cucurucho pero no separado de la ciudad. En definitiva, justo al otro lado del Turia, cercano al estadio de fútbol de Mestalla, con parada de metro a pocos pasos del hotel. Cómoda y accesible la llegada en vehículo propio, este fue el medio de transporte que elegí para visitar esta vez Valencia.

Fachada principal del hotel


Mi mujer, mi hijo de dos años, mis padres y yo, pasamos un fin de semana aquí ya que es punto más o menos equidistante de nuestros respectivos lugares de residencia. Ellos también llegaron en vehículo propio al hotel.
Nada más parar el coche en la puerta, un botones se acercó a recoger el equipaje y, una vez todo en orden, nos aparcaron el coche. El hotel ocupa un edificio histórico "La Lanera Valenciana".
La entrada al mismo es muy bonita. Con planta circular, presidida en lo alto por una hermosa lámpara de araña que impresiona justo al cruzar la puerta giratoria automática de la entrada. Columnas altísimas flanquean el lobby y el mármol, perfectamente pulido y abrillantado confiere un halo de majestuosidad muy atractivo que, en ningún momento se torna frío ni desangelado.
La recepción está situada justo a la derecha de la entrada. Realizamos un check-in rápido y agradable pero donde se formuló una pregunta prohibida; ¿Cama doble o cama de matrimonio? Sólo la oí yo.

Hall circular de entrada


La habitación.
Las habitaciones, contiguas, eran amplias y luminosas. En hoteles de nueva planta y de categoría tan alta como este no se puede perdonar la cicatería en el espacio de las habitaciones. Con la famosa cama Westin de "Heavenly bed", la verdad, muy cómoda, justo al fin del pequeño pasillo de entrada. Colores marrón pastel decoran el cuarto; un escritorio grande con múltiples enchufes tipo ladrón. Esta es otra característica que hoy en día no se puede perdonar. Ya no sólo necesitamos enchufar la maquinilla eléctrica de afeitar. Ahora, la vida de un ser humano no se desarrolla absolutamente si no es con un Iphone, Ipad, o Blackberry. Todos estos elementos de supervivencia necesitan tomas de enchufe para su recarga. Y no vale ese enchufe situado debajo de la mesita de noche, donde es necesario realizar escorzos "Fidiacos" para llegar a conectarlos.
Bromas -o no tan bromas- aparte, la habitación del Westin Valencia, poseía un espacio aparte con un sofá de dos plazas, una mesa baja y un sillón muy confortable, si bien no tenía ambos ambientes separados por puerta. No olvidemos que era una "doble deluxe", no una "presidential suite". El aire acondicionado funcionaba como me gusta, tipo congelador , si así lo programa el huésped. No podía ser de otra manera en Valencia. La moqueta, limpia y en muy buen estado; los del CSI hubieran encontrado vida en ella pero, como es microscópica, ojos que no ven... .
La habitación de mis progenitores era igual que la mía pero con cama twin.

Habitación Deluxe


El baño, no era tan espacioso, teniendo en cuenta las dimensiones de la habitación. No obstante era correcto, con las famosas toiletries de Westin -la verdad no me gustan mucho-; albornoces y zapatillas, espejo de aumento, dos pozas de lavabo, mampara de vidrio. El blanco lo predominaba todo. Ducha con presión correcta y fácil de manejar, bañera de acceso no peligroso, buenas toallas. Como detalle a mejorar, y ya me ha pasado en otros hoteles, cuando reservas una habitación doble con cuna, se olvidan que el niño también se baña y, por tanto, precisa de secado. Es común, ocurrió aquí, el olvido de un tercer juego de toallas para esa tercera persona que se hospeda en la habitación. Junto a ese juego de toallas, las toiletries deberían ser algo más generosas en cantidad.

Fotos de The Westin Valencia, Valencia
Esta foto de The Westin Valencia es cortesía de TripAdvisor

Por lo demás, realizaron el turn-down, con agua de cortesía sin incordios ni a deshoras, buena insonorización en los cuartos y no detecté ruidos raros ni olores no deseados.

Restaurante y Bares.
Los que me leen asidamente saben que no suelo frecuentar en exceso los restaurantes de los hoteles salvo que merezca suficientemente la pena o no me quede otro remedio para alimentarme y no fallecer de inanición. Además, viajaba en familia y apetecía salir del hotel a disfrutar del fabuloso clima de la ciudad del Turia. Para no errar en mis decisiones de restaurantes, le pedí consejo a mis amigos de Rincones Secretos. Monthy, muy amable y dando en el clavo, me recomendó Casa Roberto (prometo que su arroz es mucho mejor que su web). Degustamos un arroz abanda y una paella como hacía mucho tiempo que no probaba. Muchas gracias, Monthy.
Respecto a los restaurantes del hotel, el "Rosmarino" siempre estaba lleno. Lo digo no porque soy un curioso empedernido sino porque, por la noche, de vuelta al hotel, entraba por la puerta del restaurante (una trasera) y podía echar un vistazo disimulado. El menú era normal (para mí, claro) y con precios no muy elevados.

Restaurante Rosmarino


El "Gourmet Restaurant", no lo probé tampoco pero la lectura de su menú, de cocina tipo mediterránea no me desagradó.
Si que me encantó el "H-club", donde mi antecesor y yo degustamos buenos gin-tonic. Butacas y sillones muy amplios y cómodos, música que no hace sangrar los oídos, no sólo por el tipo sino también por el volumen; y un barman muy correcto que te servía la tónica y la ginebra que tú pedías y no la que él quería darte porque sabe mucho del tema. Algún día hablaré del gin-tonic.

H-Club


Mención especial debo hacer al patio interior y al jardín del hotel. Sin dudarlo, es su gran distintivo. Con la sobriedad propia de expertos en jardinería y paisajística, se alza en el corazón del hotel un jardín de corte mediterráneo y valenciano con un toque árabe. Palmeras, azahar, agua, rincones, pueblan este maravilloso espacio donde, además, puedes tomar una copa en su bar "El Jardí".

Jardines del patio interior


La piscina. Caroli Health Club.
Aunque personalmente no lo disfruté, no pude impedir el deseo de conocerlo. Cuando viajas en familia, estos extras son complicados de usar.
La piscina interior, de agua salada ionizada y más de 25 metros de largo, tenía muy buena pinta. Por lo que pude comprobar, el espacio estaba bien nutrido de toallas y los vestuarios, muy bien cuidados.
Ofrece programas y estudios basados en el método "Caroli", una combinación de salud y ejercicio con consulta médica personalizada antes de ningún tratamiento que ya han suscrito hoteles como el Hotel Wellintong, el AC Santo Mauro, Cala di Volpe o Town House Galleria

Piscina interior


Check-out.
Muy rápido y eficaz. Los dos vehículos estaban ya esperando en la entrada. La factura estaba correcta, no hubo que modificar nada. Quizá, como punto a mejorar del personal de recepción, estaría en mejorar el trato personalizado. Me explico. En un hotel de lujo como el Westin Valencia, no basta que el trato sea exquisito; hay que personalizarlo un poco. Es decir, incluir detalles que hagan que el huésped se sienta algo más exclusivo. Recordar el número de la habitación, preguntar con cortesía qué tal nuestra estancia, si el niño se ha encontrado cómodo. Ya me entienden. Pero partiendo de un muy buen servicio, como el recibido en el Westin Valencia.

lunes, 2 de mayo de 2011

Qué es el late check-out



El "late check-out" es la dejada tarde de la habitación el día de nuestra partida del hotel, entendiendo por tarde un horario superior al previsto por el mismo para abandonar dicha habitación. En Europa, el horario de salida ronda las 12:00 horas. Salvo que la tarifa de reserva del hotel nos lo especifique, suele ser un "extra" que hay que solicitarlo y nos lo tienen que conceder.

Sólo los hoteles ruines y mezquinos -y puedo dar el nombre de varios- te cobran por un "late check-out". Una vez solicitado por el huésped en recepción del hotel, aunque es preferible que se avise de tal salida tarde en la misma reserva de la habitación, el hotel comunicará si es posible dilatar en el tiempo dicha salida y hasta qué hora; y hará todo lo posible por concederla. Si la deniegan debe ser por un motivo de peso, es decir, que otro cliente está esperando para hacer el check-in que en Europa suele ser entre las 14:00 y las 15:00 horas. Lógicamente debe haber un espacio de tiempo suficiente para que el equipo de limpieza de habitaciones la deje lista para el siguiente huésped.

El motivo para que un huésped solicite un "late check-out" también debe ser de peso. No es un motivo el "aprovechar al máximo lo que hemos pagado" o lo que es peor " a mí, que me echen", o cualquier otra estupidez maleducada. Son motivos a tener en cuenta la salida del vuelo de vuelta, o un retraso del mismo, o una boda la noche anterior. Los huéspedes que indiscriminadamente piden este servicio sin ton ni son,  son unos groseros sin nada de clase que mejor estarían en su casa.

Si se solicita y el hotel haciendo todo lo posible,  no puede conceder dicha petición, no pasa nada. Se acepta la situación y se pide que las maletas queden en consigna hasta nuestra partida; eso no nos lo negará ni un hotel de tercera.

Si se solicita a última hora, lo lógico será que nos manden a freir espárragos. Hay que prever dicha situación.

Puede suceder que nos lo concedan pero hasta una hora determinada, por ejemplo, las dos o tres de la tarde. Si ello sucediera, con antelación y sin llegar a ser tan zafios de apurar hasta el último segundo, respetaremos absolutamente la indicación proporcionada en recepción. De tal forma que un cuarto de hora o media hora antes de lo indicado, ya estaremos en el mostrador finiquitando nuestra estancia. Sólo un auténtico grosero haría oídos sordos a esta directriz. En mi opinión, no hay momento más embarazoso para un huésped de hotel que te tengan que llamar a la habitación para decirte que te vayas; eso es de chabacanos.

Por último, si nos conceden un "late check-out" -no nos engañemos, en los buenos hoteles a los buenos clientes será lo habitual-, deberemos agradecerlo en recepción de una manera expresa y si colgamos nuestra náusea existencial como hago yo en este blog o en otros, es muy recomendable reflejar dicha ampliación.

Para completar información, si lo desean, pueden leer la entrada ¿Qué es el "early check-in"?